¿Por qué enmascarar el sabor del Mate?

Hay en este momento, dentro del consumo general, un desmedido auge, por modificar, intensificar o extrapolar la
Apreciación Sensorial de diferentes elementos. El Vodka huele a cerezas, el detergente son los pinos de Alaska, el tisú
de las servilletas a cacao de Costa de Marfil, y así, esta moda no se detiene ante nada.
Los que consumimos Yerba Mate, amamos esta infusión. Por su sabor intenso, amargo único y personal.
A diferencia de la Camellia Sinensis,, que tiene la versatilidad de adaptación a gran cantidad modificadores gustativos y
olfativos; la Ilex Paraguariensis , tiene un tenor más rústico, al que los agregados de modificadores, producen
resultados organolépticos, muchas veces inesperados. Tenemos que advertir, que no todo lo que se agrega resulta
agradable, e incluso puede no ser saludable.
Si se agregan cáscaras de limón o de naranja, que debe estar bien secas, contadas en pequeñas porciones, no
resultan invasivas.
Agregar miel, endulza, pero lo empasta, con el café desaparece, y hay intrépidos que según un estudio del Instituto
Nacional de la Yerba Mate (INYM), el 2% de los encuestados reemplaza el agua por cerveza, una práctica que está en
su etapa iniciática. . .
Con la pandemia, descubrimos la costumbre de tomar en Mi Mate. Como la copa de vino, que es personal e
incompartible. El quiebre del rito ancestral de compartir la cebada, va quedando atrás. Se confraterniza con el agua
tibia, seguimos siendo los mismos tomadores de mate de siempre.

Raquel Berón
Sommelier Internacional
Tecno Pedagoga
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Móvil +54 9 11 6357 7796
Skype: Raquel Berón
@beronrakel
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